lunes, 11 de junio de 2012

Cultores populares del estado Sucre: Beltrán González, muralista y Ángel y Gloria en el área de la gastronomía.

Cultores populares del Estado Sucre


Infocentro El Peñón: Cultura de pueblo

Por María eugenia Hernández

Participantes

Red Social de Infocentro: Beira Vargas, Miroslaba Antón, Ysmael Febres y Luis Medina.

Comunidad El Peñón: Beltrán González, Neria Astudi-
llo y Albertina Gómez.


El pintor Beltrán González


En el extremo noreste a casi 15 kilómetros de la ciudad de Cumaná, se encuentra la comunidad El Peñón, ubicada en la parroquia Valentín Valiente, municipio autónomo Sucre, del estado Sucre.

El infocentro tiene como objetivo principal brindar una alternativa en el acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a este sector y las comunidades aledañas, sobre todo a la población estudiantil. Como el resto de los infocentros a escala nacional, este centro tecnológico ofrece acceso a Internet, correo electrónico, transcripción, así como también la alfabetización y capacitación tecnológica en ambiente software libre, espacio para reuniones, la producción de contenidos y herramientas de información.

No obstante, también se ha dado a la tarea de promover la pertinencia de cultivar el conocimiento sobre las manifestaciones populares locales. Es por ello, que se impulsaron una serie de actividades con el fin de acelerar la creación e instalación de la Casa de la Cultura El Peñón en un espacio que había estado ocupado por largo tiempo por comerciantes informales de comida rápida. Para ello se conformó una mesa de diálogo entre los habitantes de la comunidad y los ocupantes del terreno para llegar a un acuerdo entre ambas partes. Aún este centro cultural no está establecido, no obstante, la Casa de la Cultura El Peñón permitirá promover un espacio donde converjan las actividades que preserven el patrimonio cultural de la comunidad a través del registro, formación y difusión de estas expresiones tradicionales.

Entre las actividades realizadas, los miembros del Infocentro El Peñón han tomado como iniciativa, no sólo promocionar la creación de una brigada muralista que apoye el proyecto impulsado por el pintor popular Beltrán González -que consiste en embellecer las calles del sector con la ayuda de los consejos comunales, las brigadas ecológicas, la comunidad educativa y grupos organizados de la comunidad-, sino que amplía su enfoque al contribuir con la elaboración de biografías de cultores populares reconocidos en la comunidad, con el objetivo de crear un archivo de todos los cultores que hacen vida dentro de ella, además de la historia de la localidad, a través de la recopilación de todas sus vivencias y el impacto que han tenido dentro del poblado. Este archivo pasaría a formar parte de la Red de Bibliotecas que funcionaría en la entidad y se espera que repose en la Casa de la Cultura.

Beltrán González participó de los cursos del Plan Nacional de Alfabetización Tecnológica (PNAT) brindados por los facilitadores del Infocentro El Peñón. Estos módulos de corta duración le permitieron al pintor transcribir el libro sobre su historia de vida. 

Humberto J. Ramos

viernes, 8 de junio de 2012

Cultores populares de Sucre: Lucas Arías y Humberto J. Ramos

Experiencias de cultura e historias locales
Cultores populares y patrimonio viviente

VARIOS INFOCENTROS DEL ESTADO SUCRE

Por María Eugenia Hernández


“La cultura no terminaba, para nosotros, en la producción
y el consumo de libros, cuadros, sinfonías, películas
y obras de teatro. Ni siquiera empezaba allí.
Entendíamos por cultura la creación de cualquier espacio de
encuentro entre los hombres y eran cultura, para nosotros,
todos los símbolos de la identidad y la memoria colectivas:
los testimonios de lo que somos, las profecías de la imagina-
ción, las denuncias de lo que nos impide ser”.
Eduardo Galeano
Días y noches de amor y de guerra


 
De izquierda a derecha: Rosa Rodríguez, Humberto J. Ramos, Lucas Arías y Rafael Marval.



El estado Sucre es uno de los 23 estados de Venezuela y se encuentra ubicado en la región nororiental del país. Se le reconoce como el principal productor pesquero, con casi el 50 por ciento de la producción nacional, el 95 por ciento de la materia prima elaborada de productos del mar, y casi la mitad de la flota pesquera y artesanal.

Sucre se deriva de un apellido catalán que proviene de la voz de origen latino sucarus, que significa: “amable” o “benigno” y desde 1901 lleva su nombre en homenaje a uno de los más grandes próceres de la Independencia venezolana y de Sudamérica, el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. No obstante, el nombre original fue el vocablo de los indígenas Guaiqueríes al llamarlo “Pueblo de la Mar”.

Se ha caracterizado por contar con un amplio repertorio de cultores populares que no han sido conocidos ni reconocidos por su labor en el ámbito cultural.
Es por ello que desde el año 2008, varios infocentros de la entidad iniciaron el proceso de sistematización de manifestaciones y tradiciones propias de la cultura popular local, a partir del registro de las historias de vida de personajes de referencia cultural en cada una de sus comunidades.
    Infocentro Malariología: Impulso de la cultura popular a través de las TIC

Al sur de Cumaná, capital del estado Sucre, ubicada en la costa nororiental de Venezuela y primera ciudad fundada en el continente americano en 1521, se encuentra el sector Malariología que cuenta con el infocentro homónimo que se inauguró el 15 de noviembre de 2007 con el fin de garantizar el acceso a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) para dicha comunidad y las adyacentes.
Este centro tecnológico, al igual que otros infocentros de la entidad, como el de El Peñón, el de Manicuare y el de Plaza Bolívar, se han convertido en espacios de aprendizajes para los y las estudiantes de diversas unidades educativas y las Misiones, así como adultos y adultas mayores; niños, niñas y jóvenes, a través de la utilización de los computadores. Pero sobre todo se han convertido en lugares preferenciales de búsqueda en lo relacionado con las tradiciones, la historia y las manifestaciones culturales de esta localidad por medio de Internet.

En el caso preciso del Infocentro Malariología, se llevaron a cabo algunas asambleas y encuentros comunitarios en las comunidades donde se encuentran instalados los infocentros anteriormente mencionados, para acordar cómo podría iniciarse la tarea de recuperar los conocimientos y saberes a través del testimonio de aquellos individuos portadores de tradiciones culturales.

El Infocentro Malariología asume esta labor luego del proceso de formación sociotecnológica viven-ciado por el escritor y poeta Humberto Ramos, mediante el Plan Nacional de Alfabetización Tecnológica (PNAT), que consiste en brindar cursos de formación en el uso de las herramientas ofimáticas e Internet. Humberto Ramos, luego de conocer el empleo del computador, transcribió cuentos y poemas de su autoría y los de su compañero, el cuentista Lucas Arias.

Humberto Ramos nació en la ciudad de Cumaná el 25 de noviembre de 1951. Incursionó en la na rrativa a finales de la década de los 70, y publicó algunos de sus relatos como “El Cuento”, “El Narrador”, “Muñecos de Serrín”, “El Racasnicagua”, entre otros.

El producto final de esta labor de transcripción realizada entre los meses de febrero y agosto de 2009, fue la creación de un libro titulado Pájaro de fuego, que hace alusión a la imagen con la que se identifica el Ave Fénix, que resurge de sus propias cenizas. En noviembre del 2009 se imprimieron y encuadernaron cinco ejemplares del libro Pájaro de fuego del escritor popular Humberto Ramos, para luego realizar su bautizo en la comunidad y entregarlo como muestra en el Tercer Encuentro de Experiencias Comunitarias de los Infocentros 2008.

La comunidad de Malariología, a través del infocentro, ha comprendido la pertinencia de motivar e impulsar el reconocimiento de su cultura popular al dar a conocer el trabajo de aquellas personas que son reconocidas como miembros de esta comunidad y que poseen y manejan conocimientos sobre una práctica creadora concreta . Para ello se han valido de las tecnologías de información y comunicación y despertar el interés por conocerlos y conservarlos, no sólo en los habitantes de la región sino del territorio nacional.

Humberto J. Ramos

lunes, 4 de junio de 2012

Cultores y cultoras populares de Sucre: Daría Pereda, Porfiria Pereda, Francisca Serrano, Isabel Salmerón, Santa Pereda, Yelitza Marín, Osmel Serrano, Rosaura de Mata y Julio Hernandez.

Experiencias de cultura
e historias locales

Reconstrucción de la tradición de las
loceras Manicuare

INFOCENTRO MANICUARE, MUNICIPIO CRUZ SALMERÓN ACOSTA, ESTADO SUCRE



Por María Eugenia Hernández


“Todo lo que es hecho, todo lo humano de la
es heco por manos”
Ernesto Cardenal


Una de las regiones que denota la belleza de las playas caribeñas de Venezuela es la Península de Araya, ubicada al norte de la ciudad de Cumaná en el estado Sucre. Allí se encuentra la parroquia Manicuare, fundada en 1680. Cuenta con una población de aproximadamente 5.000 habitantes. Está asentada en el municipio Cruz Salmerón Acosta, llamado así en alusión a este poeta y cantautor de la región, que falleció a los 38 años víctima del mal de Hansen (enfermedad conocida como lepra). 

 Brigitte Rondón entrevistando a una de las loceras.

El nombre de Manicuare viene originalmente de la composición de la voz chaima mene que significa “lugar de resina”, sitio donde emana de forma natural pez, brea y cera; y el sufijo ikuar que en cumanagoto significa quebrada, sitio, lugar, riachuelos. Por lo tanto significa lugar o quebraba de mene; es decir manadero de petróleo o pez.

Este territorio fue ocupado inicialmente por algunos pueblos indígenas como los Guaqueríes, los Chaimas, los Comanagotos y los Caribes, quienes se destacaban por trabajar el arte de la loza. Luego se instalaron los europeos que iniciaron la explotación de las Salinas de Araya; y finalmente llegaron los migrantes de las regiones vecinas como las Islas de Coche y Margarita, Puerto la Cruz, Cumaná, Cariaco, Carúpano, y la zona de Paria.

La comunidad de la parroquia Manicuare cuenta con una escuela básica, un liceo bolivariano, un centro cultural, un museo histórico, el estadium “Orlando Patiño”, una cancha de usos múltiple, la Casa Azul de la Cultura, una biblioteca pública, una plaza central, una iglesia, multihogares y el Infocentro Manicuare, entre otros. De igual forma, existen múltiples formas de organización comuni- taria, impulsadas a través de la creación de los consejos comunales de la localidad: la asociación Loceras de Manicuare, la sala de cine comunitario, el cineclub “David Suárez”, la Liga de beisbol y diferentes equipos deportivos.





Entre sus comunidades vecinas se encuentran Chorochoro, Calle Larga, Pueblo Nuevo, Malariología, Cruz Salmerón Acosta, El Barrio, La Brea, Guarataro, Mauricio, Los Cerritos, La Rinconada, Calle Las Flores, Chagaragato, Vuelta del Toro, La Montera, 19 de Abril, entre otras.

Si bien se practican diversas actividades económicas como la pesca artesanal y la extracción de sal, existen evidencias arqueológicas que denotan la presencia de grupos alfareros que dominaron el conocimiento sobre la elaboración de artefactos y/o utensilios de barro, tanto para uso doméstico, decorativo o mágico-religioso. Estos saberes ancestrales se mantienen en la actualidad, a través de variadas técnicas artesanales de cerámica y la utilización de la materia prima propia de la región, como es la arcilla en su variedad de tonalidades –roja, morada, blanca, azul y amarilla– para la confección de cazuelas, vajillas, vasijas, etc., que luego son vendidas a diferentes precios en toda la población.

La locería ha sido, no sólo el sustento de los artesanos manicuarenses, sino que representa un oficio que identifica la región a través de un producto artesanal propio, cuyas técnicas y diseños han sido heredados de los pueblos originarios. Sin embargo, esta práctica artesanal cuenta con un escaso nivel de difusión. Es por ello que los loceros y loceras de la región, junto al Infocentro Manicuare, se han propuesto darle mayor divulgación a esta tradición a través de la creación de la página web(http://manicuarewebs.jimdo.com), donde se busca, no sólo dar a conocer el arte de la locería, sino también reconstruir la historia local de esta comunidad a través de la mirada de sus principales actores y promover la loable labor de sus cultores populares.

Lozas de Manicuare, tradición milenaria


La reconstrucción de las historias de vida de las loceras y los loceros de Manicuare busca reconocer y fortalecer la labor que realizan estos cultores po- pulares, como constructores fundamentales de la identidad de los pobladores de este sector, bajo los principios de solidaridad y apoyo mutuo. Estos valores se ven reflejados, no sólo en la transmisión de sus saberes a las futuras generaciones, sino en su lucha cotidiana para generarse ingresos o una fuente de empleo. Para ello han conformado la Asociación Loceras de Manicuare, y al mismo tiempo, brindan apoyo a las labores individuales de cada una de las loceros y loceros que no forman parte de esta organización.

Por otra parte, la tradición cerámica milenaria de Manicuare había sido delegada a la mujer. No obstante, son muchos los ceramistas que se destacan en esta labor, caracterizada por la cocción a baja temperatura, y que implica desde la recolección de la materia prima hasta la colocación del producto para la venta.

En la actualidad, loceras y loceros se han preocupado por la posible pérdida de una tradición que los ha acompañado desde cientos de años y que representa para muchos de ellos la dinámica eco- nómica principal que permite su sustento. “Actualmente las fuentes de empleo están difíciles, este es un trabajo muy digno y lo realizo con mucho orgullo, porque es producto de una generación. Así ayudo a mantener nuestra tradición y cultura”, asegura Haiza Serrano, locera de Manicuare.

Es por ello que, en un sistema capitalista donde la eficiencia de la manufactura industrial ha amenazado los conocimientos y las creaciones de los artesanos tradicionales, ya que devalúa los costos de su producción, promueve la competencia en el mercado y reduce los recursos naturales necesarios para su elaboración, se hace imprescindible que su labor sea salvaguardada debido a su trascendencia en la difusión de la cultura popular venezolana.








Participantes
Red Social de Infocentro: Jaimarys Patiño,
Alex Serrano y Dayana Pereda.

Comunidad: Daría Pereda, Porfiria Pereda,
Francisca Serrano, Isabel Salmerón, Santa Pe-
reda, Yelitza Marín, Osmel Serrano, Rosaura
de Mata y Julio Hernández.

Humberto J. Ramos





martes, 10 de enero de 2012

Realismo Mágico

Lenguaje literario que consiste en narrar sucesos que por sus características deviene en una alteración inequívoca de la realidad, y que a su vez muestra lo irreal y extraño como algo natural cotidiano y común, donde lo real se torna mágico y lo mágico se torna real; no aspira este lenguaje, ni pretende suscitar emociones terror, miedo, sobrecogimiento sino más bien expresarlas; mostrar la magia, lo insólito, lo maravilloso, inmerso en el plano real, no como una cosa separada de esta sino formando parte de esa realidad. En el Realismo Mágico los hechos extraordinarios escapan a todo razonamiento lógico, lo que hace suponer que es producto de un milagro o de un clima sobrenatural que forma parte de la misma realidad o es “la otra realidad”. Es de hacer notar que los elementos Mágicos o fantásticos son percibidos como normales por los mismos personajes que intervienen en estos relatos; resaltándose la presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad. Esta tendencia se puede definir como una preocupación estilística por mostrar lo irreal y extraño como algo cotidiano y común. Este tipo de narraciones contiene multiplicidad de narradores; combinando: Primera, segunda y tercera persona, con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto; es más, el tiempo es percibido como cíclico no lineal según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna. Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado. Por otra parte, encontramos cuatro posturas en el tratamiento del tiempo. Primero, el tiempo cronológico: Las acciones siguen el curso lógico del tiempo. Segundo, ruptura de planos temporales: mezcla de tiempo presente con tiempo pasado (regresiones) y tiempo futuro (adelantos), como en “La noche boca arriba” de Julio Cortázar. Tercero, tiempo estático: El tiempo cronológico se detiene, es como sino trascendiera; en cambio, fluyen los pensamientos de los personajes. Cuarto, tiempo invertido: Es el más contradictorio: considerar la noche día. Cuando leemos: “Era el amanecer"; "Se hizo la noche", entre otras. La relación que guarda esta tendencia con el surrealismo se debe a la inquietud por buscar los aspectos sobrenaturales necesarios para crear una realidad basada en los sueños y el subconsciente. Debido a esto, muchos escritores y artistas latinoamericanos viajaron a Europa en la década del 20 y del 30 para incorporarse al surrealismo; pero a su regreso percibieron que no era necesario buscar esa realidad extraña en el “viejo continente”, ya que de hecho esa realidad se encontraba en la cultura de sus propios países debido a la combinación de muchos aspectos socio-culturales con mitos, leyendas, creencias religiosas, magia y tradiciones populares; lo que crea una familiaridad colectiva que limita la racionalidad. No está demás decir que el realismo mágico tiene su origen en la cultura latinoamericana, a partir de las interpretaciones que hacían los europeos en sus viajes en la etapa de la colonización, de las cosas que observaban en el nuevo continente. Los textos históricos de esa época son ricos en relatos y descripción de cosas maravillosas, producto de la extrañeza que provocaba en los exploradores, lo que veían en sus viajes. Es a partir de esta tradición de la interpretación de la realidad del nuevo continente, y a través de ojos europeos, por lo que se creó una visión sobrenatural de la realidad latinoamericana. Que cuentan maravillas de animales y pájaros fantásticos como el Quetzal, de ciudades ocultas y territorios fabulosos como El Dorado, pasando por fuentes de la eterna juventud y árboles cuyos frutos eran capaces de proveer todo lo que los hombres necesitaban para su subsistencia. También podemos decir, que América es una magia poética pensada por Kukulkán, Quetzalcóatl (La serpiente emplumada) y otros dioses precolombinos. Toda América está ganada para el Realismo Mágico por la cantidad de paisajes naturales tan grandiosos como el Churún Merún, la lágrima que sale del ojo del cíclope encantado y por la variedad de misterios que contiene, como los moái, las cabezas gigantescas de la isla de Pascua; la cuenca del Mirador, la cuna de la civilización Maya con la pirámide más grande del mundo, la "Danta". Desde la segunda mitad del siglo XX, la narrativa latinoamericana amplía su perspectiva más allá de los temas comunes de la novela realista en medio de un escenario de revoluciones culturales y políticas, con un amplio apego a la superstición, que aunado a regímenes autoritarios y procesos locales se combinaron con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las principales inquietudes del mundo entero sobre los problemas humanos y existenciales, ofreciendo a la “pluma latinoamericana” un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la literatura, convirtiéndolo en una senda hacia la consolidación de una identidad regional. En medio de este proceso, resaltan los nombres de Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo. Destacan años después, en la década de los 60, escritores como Gabriel García Márquez , Mario Vargas Llosa y otros, que consolidan la literatura latinoamericana en el ámbito mundial. La frase “Realismo Mágico”, muy usada por los literatos, se debe al crítico alemán Franz Roh, quien lo utilizó en 1925 para describir a un grupo de pinturas post-expresionistas; luego fue tomado por la literatura para definir una nueva tendencia narrativa hispanoamericana entre 1950 y 1970. No obstante, el concepto ganó mayor trascendencia cuando el venezolano Arturo Úslar Pietri lo introdujo en su ensayo “El cuento venezolano”. Señala este escritor: “Lo que vino a predominar en el cuento y a marcar su huella de una manera perdurable, fue la consideración del hombre como misterio en medio de datos realistas. Una adivinación poética o una negación poética de la realidad. Lo que a falta de otra palabra podría llamarse un realismo mágico”. En Venezuela, se puede considerar como la iniciadora de esta corriente literaria la novela “Doña Bárbara”, de Rómulo Gallegos, publicada en 1929. Sin embargo, uno de los primeros escritores en transitar este camino de manera sólida, es el escritor cubano Alejo Carpentier quien utilizó por primera vez esta frase con este sentido, al formular la siguiente pregunta al final del prólogo en “El reino de este mundo” (publicada en 1949): "¿Qué es la historia de América Latina sino una crónica de lo maravilloso en lo real?". Uno de los personajes de esta novela: Macandal, no es una simple invención mental del escritor, ya que fue un ser real de carne y hueso, pero al mismo tiempo fue un ser mágico dotado de poderes por la fe que le tenían sus contemporáneos. Y que alentó ─ según las propias palabras del autor ─ , una de las sublevaciones más dramáticas y extrañas de la historia. El 20 de Enero de 1758, Macandal fue condenado a morir quemado en la hoguera, de donde hizo un escape increíble. Este personaje fue uno de los grandes revolucionarios de la historia, pero su historia se mantiene callada. Fue el primer negro conocido en proclamar que pondría fin a la esclavitud. Fue tomado de la región del Congo a la edad de 12 años para traerlo a América como esclavo, hablaba con fluidez el árabe; era buscado por los esclavos y los aristócratas por su conocimiento sobre las plantas en el tratamiento de las enfermedades. Era un músico talentoso, pintor y escultor; y a pesar de que la educación estaba prohibida para los esclavos, aprendió a hablar francés con mucha fluidez. Después de escapar de la plantación donde estaba como esclavo, comenzó el derrocamiento de los franceses y la derrota de la esclavitud. En América latina, el realismo mágico, refleja a través de la fantasía, toda una serie de supersticiones, creencias populares y religiosas que son propias del sentir latinoamericano que aunado a la flora, la fauna, al paisaje natural y a la arquitectura y al arte de la cultura precolombina; dan el toque mágico para que la mente vuele y se explaye. Esta característica común a toda América latina, guarda una estrecha relación con el sincretismo cultural y religioso y se da con muy marcados matices en muchas regiones de la República Bolivariana de Venezuela; En Cumaná, San Juan, Chiguana, Cariaco y otros pueblos de Sucre; nos topamos con el Realismo Mágico en cada rincón, y a cada paso que damos escuchamos historias y cuentos de fantasmas y aparecidos como aquel del caballo sin cabeza, la llorona, los encantados o aquello de personas que tomaban forma de animales o de mujeres que se transformaban en brujas. Es necesario resaltar aquí dos hechos que puedo catalogar como Realismo Mágico: El de Machó el titiritero, el mágico manipulador y hacedor de títeres y el del legendario Juan Jiménez y su relación tangencial con el mito de personas que se transformaban en animales. En el primer caso: Un hombre tartamudo, con dificultad para expresar sus ideas, y para más perlas, un ser analfabeta; fue capaz de hacer unas presentaciones improvisadas y espontáneas por las calles de Cumaná, en la década de los 50 y los 60 con unos títeres elaborados y manipulados él. La gran mayoría de las personas que presenciaban estos actos creían que el negro Machó tenía poderes mágicos. El mencionado titiritero, apodado Machó, tenía por nombre Jesus Natividad Manosalva, y vivía en el barrio Cardonal de la parroquia Altagracia. Este personaje, fue el primer titiritero de quien se tenga noticia en Cumaná; en una época en la que nadie sabía que era un titiritero aunque si se conocía la elaboración de las muñecas y muñecos de trapo y de madera. El segundo caso es el del legendario Juan Jiménez, un hombre y un nombre del cual se creía que era una invención de un cantante de Joropo: “No te metas Juan Jiménez con los negros de chiguana que el que no se vuelve sapo se vuelve culebra de agua” y de otros cantadores de Joropo he escuchado: “... que el que no se vuelve tigre se...”. ¿Cuál sería ni sorpresa?, cuando me entero de la existencia del mentado Juan Jimenez por una entrevista que le hizo Benito Yradi cuando este era delegado cultural de la UDO. Ese domingo Benito le preguntó con ojos de incredulidad: ¿Es usted el mentado Juan Jiménez de tanta fama? Y este respondió con su canto, como para que no quedará duda: “Juan Jiménez el que canta, Juan Jiménez el que implora, Juan Jiménez el que le roba con la garganta las niñas a las señoras”. Esta entrevista salió publicada en “La Revuelta”, revista del Sistema Masivo de Revistas del Ministerio de la Cultura.






Humberto J. Ramos