Sobre
la
piedra
estoy
inerte
cabizbajo
silente
derrotado
al
final
de
la
faena
Sobre
la
piedra
estoy
impotente
ante
lo
que
me
ha
depara
el
destino
sin
mas
recurso
que
la
resignación.
Sobre
la
piedra
estoy
casi
muero.
Dentro
de
esta
eyaculo
blasfemo
soy
irreverente
me
quito
las
gríngolas
y
los
libros
sagrados
que opacan
mi
razón
me
río
del
destino
y
de
la
muerte.
Humberto J. Ramos
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