lunes, 2 de marzo de 2020

Musa


Mi enervado corazón
rasga el silencio
descorre el velo de tu tesitura
de tu piel
de tu voz
y tu silencio
porque la Musa viene por momentos y me despierta
quiero retenerla entre mis manos
¡No puedo!
se me escurre
como agua en canasto
¡Musa!
¡Amada mía!
has tañer mi campanario
de alegría
aunque sea
¡Por piedad!
de angustias penas
puntea las cuerdas
de mi lira
y hazla vibrar
hasta
que broten de sus cuerdas
una
a
una
gotas de sangre.



Humbertto J. Ramos

No hay comentarios:

Publicar un comentario