Del
desencanto
de
la
desesperanza
de
lo
duro
que
es
la
vida
habla
mi
poesía
pero
yo
me
clavo
este
silencio
en
el
pecho
para
que
mi
voz
no
salga
dando
alarido
por
la
calle
¡Padre!
¿Donde
estas?
Eres
como
una
presencia
quimérica
en
mi
existencia
como
algo
que
no
tiene
que
no
tubo
razón
de
ser.
Veo
el
dolor
reflejado
en
los
ojos
perdidos
de
seres
hambrientos
doloridos
de
tanto
dolor
Veo
el
dolor
de
inocentes
deambulando
por
los
vericuetos
de
este
mundo
injusto
y
tu
no
apareces.
Eres
como
una
presencia
quimérica
en
cada
ser
Te
veo
y
veo
el
dolor
reflejado
en
los
ojos
de
seres
hambrientos
doloridos
de
tanto
dolor
como
cuando
miras
hacia
dentro.
Humberto J. Ramos
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